La puerta de Triana era la puerta más notable y hermosas de cuantas comprendía el recinto murado de Sevilla. La primera puerta de Triana no fue la misma derribada en el año 1869. Aquella, estaba situada más al interior de la población, en las confluencias de las calles Gravina, San Pablo, Reyes Católicos y Zaragoza. La originaria puerta almohade presentaba la peculiaridad de ser la única puerta de Sevilla de tres arcos por lo que tomó el nombre de TRINA, convirtiéndose después en el de Triana, en virtud de su directa comunicación con el barrio. Fue derribada y edificada una nueva de estilo renacentista en 1588, que es en concreto a la que se cita en el CAPÍTULO II. La puerta en cuestión fue obra del notable arquitecto JUAN DE HERRERA.