martes, 31 de agosto de 2010

LA INQUISICIÓN UNA INSTITUCIÓN MUY DEMOCRÁTICA DE LOS CURAS

UN POQUITO DE HISTORIA DE LA INQUISICIÓN EN ESPAÑA





LA CONFISCACIÓN.





La confiscación era una de las penas invariablemente infligidas a los condenados por la inquisición, conforme a las reglas del derecho canónico. Se consideraba que el culpable de herejía estaba fuera de la comunidad de la Iglesia. Y si persistía en su error, lo relajaban al brazo seglar para que lo quemara; o, si se arrepentía y así lo manifestaba, le reconciliaban con la Iglesia. Pero, aunque así se libraba de la pena de muerte, se le aplicaba no obstante el secuestro total de sus propiedades. Esta confiscación se llevaba a cabo de manera eficiente y, para los hombres de nuestra época, despiadada. Ni que decir tiene que muchos intentaban eludir dentro de sus posibilidades tan perversas medidas que principalmente y en primer lugar eran salvar sus vidas, y en lo que podían, les dejaran al menos los medios propios para ganarse su sustento y el de sus familias.





Cuando la inquisición arrestaba a un acusado, secuestraba simultáneamente todos sus bienes visibles y los inventariaba.





MÉTODOS:





Se examinaban cuidadosamente todos los papeles y libros de cuentas del detenido, para determinar qué deudas se habían contraído con él y quienes eran sus deudores. Y, casi enseguida, se le sometía a una audiencia de hacienda, en la que se le interrogaba, bajo juramento, sobre todas sus propiedades, sus deudas y créditos, sus capítulos matrimoniales, dotes o regalos para sus hijos, sus bienes si estos habían fallecido; o si había escondido alguna cosa en previsión de su arresto y, en general, cualquier detalle que las circunstancias pudieran sugerir.





El peor mal para las familias de los reos inquisitoriales fueron las confiscaciones de bienes y la pérdida de cargos públicos o la posibilidad de ejercerlos, ya que, muy acertadamente, también se consideraban propiedades y medios para ganar dinero, cabiendo deducir por lo dicho que la iglesia también consideraba como herejes los bienes de los condenados.





LAS PENAS:





Las penas que, en general, imponía la inquisición fueron muy variadas: la muerte en la hoguera se empleó contra los herejes recalcitrantes en su error. Este castigo era ejecutado por un tribunal civil. Los reconciliados con la iglesia eran estrangulados por medio del garrote. Además de la pena de muerte, eran muy corrientes el exilio, peregrinaje, obligación de prácticas religiosas, prisión, galeras, flagelaciones, multas, confiscación de bienes, etc. En muchos casos, un individuo podría sufrir varios castigos.



La tortura fue el medio normal de arrancar confesiones a los posibles herejes. Todos los medios empleados para ello fueron incruentos, aunque no por ello menos crueles. Se trataba de no infligir el principio de que la sangre inspira horror a la iglesia. El proceso de tortura era muy lento.



1º.- Se intentaba destrozar moralmente al individuo con toda clase de artimañas.



2º.- La perfección de los métodos y éstos eran tal que, por ejemplo, disponían de un médico para calcular la resistencia de los individuos torturados.



3º.- Si no se arrancaba ningún tipo de confesión, era soltado en pocas ocasiones con el juramento y obligación de decir siempre de que había recibido buen trato.



El historiador Henry Kamen calificó los métodos de la inquisición como el más dañino de todos los racismos, el racismo de una clase única y algunos de estos héroes fueron declarados santos por la iglesia católica.



Amén.